Berlín no es sólo la capital de Alemania y un destino profesional. También cuenta con una arquitectura original, belleza natural, lugares increíbles y mucho más. Cada año acoge a unos 25 millones de visitantes que quieren conocer mejor la ciudad. Hay una gran cantidad de monumentos que ver en Berlín, pero hay algunos que son de visita obligada.
Empieza naturalmente con lo básico en forma de edificio del Reichstag. Es el edificio más importante de toda Alemania y fue erigido en 1894. Ha vivido muchos acontecimientos trascendentales que influyeron en la formación del Estado.
También ha habido momentos oscuros en la historia del edificio, como el gran incendio de 1933. Un bombardeo en 1945 lo destruyó por completo, dejando algunos fragmentos intactos. Pero las obras de reconstrucción le han devuelto su aspecto original, incluida la cúpula de cristal.
Otro hito de Berlín y de todo el Estado alemán, la Puerta de Brandemburgo es una bella estructura con un arco clásico que marca las Puertas de la Paz. A pesar de ello, era la puerta por la que los soldados alemanes iban a la guerra. También cuentan con un cuarteto de magníficos caballos montados por la diosa de la victoria.
En la base de la puerta hay 12 columnas. Se puede caminar a través de ellos hasta la mundialmente famosa «calle bajo los tilos», donde se encuentran muchos otros objetos interesantes e icónicos en el camino. El simbolismo de la puerta se mantiene hasta hoy.
La triste historia del Muro de Berlín lo ha convertido en un hito importante en Alemania. A pesar de que se trata de una fea estructura de hormigón con vallas de alambre de espino, muchos turistas siguen queriendo hacerse una foto contra ella y marcarla en la lista de visitas obligadas.
Originalmente, la muralla tenía más de 3 metros de longitud y se extendía a lo largo de 160 kilómetros. Hoy queda un fragmento de 800 metros de longitud. Así es como la valla se convirtió en un símbolo de unidad de toda Alemania.
La construcción de la iglesia protestante tuvo lugar entre los siglos XIX y XX y duró 11 años. Cuando se terminó, la catedral se convirtió en la principal iglesia luterana. El atractivo del edificio reside no sólo en la originalidad del diseño, sino también en la moderación de la decoración. Se hace hincapié en la abundancia de detalles, que vale la pena explorar.
Está decorada con esculturas, vidrieras y pinturas con motivos bíblicos. Lo más destacado de la catedral es el órgano fabricado por el maestro Sauer. Su increíble acústica le confiere un efecto sobrecogedor.
Varios monumentos conmemoran los acontecimientos de la guerra en Berlín. Uno de ellos está cerca de la Puerta de Brandenburgo. El Memorial del Holocausto es una zona que contiene un gran número de bloques de hormigón, aproximadamente 2.000 para ser exactos.
Las estructuras están dispuestas de tal manera que crean un laberinto. Al estar en ella, una persona siente cierta presión emocional. La idea del autor Peter Eisemann era transmitir todo el dolor y el horror que supone el Holocausto.